EL MURO DE LOS CONJURADOS
En nuestro actual escenario político nacional ha tenido
lugar la aparición de importantes signos positivos que permiten albergar la
esperanza de avanzar hacia los cambios que reclama con suma urgencia esta
nuestra querida nación. Entre ellos la difusión de los audios que ha dejado al
descubierto la manipulación miserable y escandalosa del sistema judicial. Es imposible describir y significar la
gravedad que este hecho representa en cuanto a la pérdida de las garantías
constitucionales. En este estado de cosas quedan al arbitrio de los
manipuladores, la vida, la honra y
los bienes de las personas. Todos
estamos indefensos. Es terrible pensar que nuestros derechos no dependen de la
fuerza de los fundamentos legales sino de la influencia política que se consiga
o el dinero que eventualmente se pueda aportar para que los jueces y tribunales
dictaminen a favor de la justicia. Bienvenida sea la reacción de toda la
ciudadanía, en especial de la ciudadanía honesta que reclama y exige su
participación en el esfuerzo por desterrar esta desgracia que azota nuestro
país, más allá de los cuadros políticos partidarios. A consecuencia de esta
reacción un Senador perdió la investidura, otro fue suspendido y un diputado
está siendo imputado. ¿Hasta dónde avanzará esta reacción? ¿Servirá para
introducir los cambios necesarios en el Poder Judicial? Antes de responder a
estas preguntas, podemos seguir un poco más con los signos positivos. Entre estos
indicios puede ser considerada la pérdida aunque sea parcial del poder económico
hegemónico del titular del Poder Ejecutivo al no conseguir el apoyo al
candidato presidencial de su movimiento. También se puede citar la importancia de los
votos cruzados dentro de los partidos tradicionales; el castigo electoral a personajes nefastos de
la política nacional y partidaria; los votos en blanco y nulos en la Asociación
Nacional Republicana: 58 mil en las elecciones del candidato presidencial,
107.000 votos blancos o nulos en la elección de Senadores, y más de 150.000
votos blancos y nulos en las candidaturas para miembros del PARLASUR. De esto
se deduce que cada vez hay más votos de protesta y menos votos cautivos. Todavía podemos agregar entre estos hechos al
posible enjuiciamiento del actual Fiscal del Estado, y la propuesta de reapertura del juicio político a importantes
miembros de la Corte Suprema de Justicia. ¿Hasta dónde avanzará esta reacción?
No lo sabemos. No hay indicios de cambios en los mismos partidos políticos.
Sigue al parecer la lógica de que, si bien es cierto que muchos de los
componentes de los cuadros políticos son indeseables, éstos pertenecen a
nuestro propio chiquero. Un mayor avance
en este proceso de cambios puede complicar a toda la clase política actual y
eso intentará evitar la estructura de la corrupción imperante. El muro de los
conjurados sigue bastante sólido. Es una
lástima porque ese muro debe ser destruido. La estrategia de la defensa tiende
a desacreditar los audios de conversaciones comprometedoras por la ilegalidad
de su obtención y apunta a incriminar a los responsables de esas grabaciones. La
estrategia de la prensa y de la ciudadanía honesta tendrá que ser la
identificación de los corruptos, el ataque a los defensores de la lista sábana
y el descontrol del financiamiento político en la fase partidaria, así como el
apoyo a proyectos de leyes que descalifiquen a los políticos corruptos y tomar
muy en serio la aplicación del voto castigo a los sostenedores de candidatos
parlamentarios indeseables. Será también importante apoyar y promover la
candidatura parlamentaria de figuras independientes merecedoras de la confianza
de la gente. Hay que ganar espacio en el Poder Parlamentario que tiene una
fuerte incidencia política. No hay que
decaer en el ánimo. Tenemos una ciudadanía honesta en todos los partidos
políticos y en la sociedad en general que ya no está dispuesta a tolerar el
estado calamitoso de nuestro sistema judicial. Que ya no está dispuesta a
tolerar las mentiras y la mala administración de los recursos del Estado. Estamos seguros de que si la ciudadanía
honesta se une y asume su rol, no habrá
muros de corrupción que sean imbatibles.
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