INTERROGANTES SIN
RESPUESTAS
La situación actual
del país está llena de interrogantes y con muy pocas respuestas. Hay división y
fanatismo por cada parte. En esta confusión hay gente que tira la piedra y
esconde la mano. Los verdaderos intereses
son los titiriteros de este desconcierto. La ciudadanía se indigna y tiene
razón porque se le ha dicho que con la propuesta de enmienda se viola la
Constitución Nacional y se abre la puerta de la dictadura. ¿Quién quiere
retornar a la dictadura? Se discute la forma y no el fondo de la cuestión.
¿Se puede necesitar o no de la reelección? Dicen que sí pero no de esta forma.
Dicen que la reforma es el camino pero eso también podría tener su riesgo.
¿Quiénes serían los convencionales? ¿A qué intereses responderían? ¿Cuáles
cambios podrían ser introducidos en la Carta Magna? Por otra parte podríamos intentar analizar los intereses en juego.
Los intereses que están a la vista del porqué sí y del porqué no de la
enmienda. Si se aprueba la enmienda quedarían fuera de competencia Efraín Alegre
y Mario Abdo Benítez. Entonces oponerse a la enmienda tiene su razón de ser.
¿Qué tipo de gobierno podrían encabezar estos dos candidatos? Una tercera
opción de una candidatura independiente, mediante la vía de una gran
concertación, ofrecería una mejor expectativa pero lo más probable que esta
opción tampoco sea apoyada porque el Presidente del Partido Liberal Radical
Auténtico sostiene que esta vez, cualquier alianza o concertación deberá ser en
base a la candidatura de uno de sus partidarios. ¿Qué tipo de gobierno podría encabezar Efraín
Alegre? En este momento un gobierno improvisado y deficiente sería muy
perjudicial al país. Esa es la razón del porqué no termina nunca esta
transición. Se necesita fortalecer la institucionalidad de la República para
salir de esta situación y para eso se necesita un gobierno con gran apoyo
político, que pueda sobreponerse al bipartidismo corrupto. Como tampoco tenemos
capacidad para una tercera fuerza todavía seguiremos gateando. Desde
el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, pasando por Fernando Lugo y ahora Horacio
Cartes, ha habido signos de mejoramiento de la organización del Estado, a
excepción de Federico Franco que fue un retroceso desastroso. Si la enmienda
permite la reelección estarían frente a frente Fernando Lugo y Horacio Cartes.
Ambos representan propuestas diferentes y hasta controvertidas. A pesar de eso, tienen algunas similitudes. A
Lugo le armaron Curuguaty para su destitución con gran apoyo de la prensa
comercial. A Cartes, le armaron su marzo paraguayo propio, y también su
Curuguaty con el asalto al local del Partido Liberal Radical Auténtico. En el
caso de Lugo las fuerzas policiales no respondían a los mandos naturales, y
parece que en el caso de Cartes, tampoco. La televisión en ambos casos
repiten mil veces las imágenes. A Lugo le armaron el juicio político y tampoco
se descarta que a Cartes también quieran llegar a ese mismo objetivo. ¿Por qué ambos generan tanta resistencia? A
Lugo se explica porque representa un poco a la izquierda aunque no tanto. Se le
opone la Iglesia Católica no por ser ex -obispo sino por el signo conservador
de esa institución y por supuesto los detentadores del poder económico para
quiénes Lugo puede ser una amenaza. Pero
a Cartes ¿Por qué se le opone los que manejan el poder económico de este país?
¿Porqué los medios de comunicación de dos de los grupos empresariales más
fuertes orquestan y bombardean tan insistentemente contra toda posibilidad de
reelección? ¿Se convirtió Cartes en un peligro para ellos? Puede ser que
existan razones que no se publicitan como por ejemplo la participación de
empresas extranjeras en las obras públicas, el intento de combate al
contrabando, o el deseo de disminuir la
morosidad impositiva. En este país
las empresas y los empresarios se han enriquecido con los negocios con el
Estado. Tampoco se puede descartar que controlando cada vez más el poder, su
gobierno se asemeje a una dictadura.
¿Qué es lo que impide realmente la institucionalización del país? La corrupción
estructural que se ha instalado que será muy difícil superar. Se necesitan
leyes que el Parlamento no aprueba o dilata; si se aprueban las leyes su
cumplimiento se escamotea; se protege a los grandes delincuentes por un pacto
de impunidad; no se elige a los jueces por
su probidad y capacidad y todo el poder judicial queda sometido al control
político partidario y por el poder de los grupos económicos. Los grandes
intereses que manejan el país controlan la indignación ciudadana y hasta pueden
provocarla. Sus representantes requieren
de un gobierno débil o un gobierno ausente. Es lo que pasó con el marzo
paraguayo, una de las manifestaciones cívicas más importante de la historia,
que los políticos de turno traicionaron sin asco ni remordimiento. En
nuestro país no rigen los valores éticos e importa poco el interés común de la
nación. Los intereses oscuros no permiten hasta ahora que la ciudadanía se
organice y sea impulsora de una propuesta política de gobierno. Tenemos que seguir peleando por la justicia y
contra todo acto de violencia y violación de los derechos ciudadanos. Pero
necesitaremos ser más racionales e inteligentes para que no se burlen de
nosotros. Que no se burlen del ideal y
del sentimiento de nuestros jóvenes. Con lealtad y con fuerza lograremos vencer
la corrupción estructural que nos tiene aprisionado. Esperemos que ya no tarde demasiado el
triunfo de la justicia y de la libertad para nuestro pueblo. Esa será la hora
de la verdadera independencia.
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