FALACIA POLÍTICA INSTITUCIONAL
Todos los días, diversas organizaciones sociales y
políticas, nacionales e internacionales, vienen señalando como un déficit
grave, la falta de institucionalidad del
Paraguay. Es uno de nuestro talón de Aquiles y es posible que por su efecto
multiplicador, esta deficiencia sea la que mejor identifique al denominador
común de la situación que viene soportando nuestro país en esta materia. Los paraguayos somos conscientes de esta
realidad y nos alegramos y nos llenamos de esperanza cuando algunos líderes
políticos emergentes asumen y proclaman como un principio de su anunciada
plataforma política el objetivo de fortalecer la institucionalidad de la
República. El movimiento político del Partido Colorado que lidera el actual
Presidente en ejercicio, basó toda su
campaña política en la promesa de recuperar y fortalecer la institucionalidad
de la República. Incluso algunos indicios en la primera hora de su gestión de gobierno
parecía confirmar esta tendencia. Pero
las recientes declaraciones de un calificado dirigente del movimiento político
denominado “Colorado Añetete”
(Verdaderos colorados) que sirve de soporte al titular del Poder
Ejecutivo, dejan al descubierto una vez más que la tan anhelada
institucionalidad es simplemente y una vez más, una falacia política. Las mencionadas declaraciones son
inapropiadas, inoportunas y preocupantes. Corresponden a nada más y a nada
menos que al Presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, el Senador
Enrique Bachetta. Justamente el que
preside la institución que tiene a su cargo el control del buen desempeño de
jueces y fiscales, dentro de un sistema judicial tan criticado y manoseado en
los últimos tiempos, es el que sale a calificar, en su cuenta de Twitter, de “injusticia” al
proceso que se le sigue al diputado Ulises Quintana, imputado y con prisión,
acusado de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y complicidad en el
narcotráfico, según lo publica el Diario Última en su edición de fecha 21 de
febrero de 2019. Inmediatamente la Fiscala del caso consideró la posibilidad de
renunciar, mientras que los gremios de fiscales y la propia Fiscala General
brindaron su apoyo a la que lleva a cabo la investigación del caso. Toda la
ciudadanía expresó su condena por las infelices declaraciones del titular del
JEM. El Senador Enrique Bachetta, intentó reparar su grave error, diciendo que
fue mal interpretado, o que él se inhibirá en todos los casos que se refiera al
diputado Ulises Quintana. En realidad lo que tiene que hacer es renunciar de
inmediato de su cargo en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrado porque el
error cometido es imperdonable, porque hiere duramente a cualquier intento por recuperar la
credibilidad del Poder Judicial del país.
El deseo de un país mejor, seguirá postergándose, mientras no tengamos
en los cargos públicos a hombres y mujeres probos y correctos y se siga
enarbolando – lastimosamente - como bandera, las mentiras de la falacia
política.
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