RESCATE DE VIDA Y TESTIMONIO.
En el novenario de la festividad de este año de la Virgen de
Caacupe, cada celebrante, aprovechaba la ocasión para resaltar la vida de
grandes exponentes de la Iglesia en el Paraguay: Obispos, sacerdotes,
religiosos y religiosas. La idea, sin duda alguna, era valorar y aprender del
testimonio de sus vidas y de la entrega a la causa de la fe de nuestro pueblo.
En ese listado no había laicos, porque los laicos normalmente no forman parte
de la historia de la Iglesia. Alguna vez seguramente se intentará también
rescatar la vida y el ejemplo de hombres y mujeres, que sin ser religiosos o
religiosas, han legado hermosos testimonios de dación y compromiso en la
construcción del Reino del Señor en esta bendecida tierra. En ese afán de
rescatar vida y testimonio, proponemos en esta ocasión al Ing. Luis Alberto
Meyer, reconocido dirigente laico, docente de la Universidad Católica “Nuestra
Señora de la Asunción” que tuvo un rol preponderante en la creación de la
Facultad de Ciencias y Tecnología de esa universidad, de la que fue decano,
incluso era considerado como un serio candidato a Rector de la Universidad
Católica. Fue Vice-Presidente del Partido Encuentro Nacional y Secretario
Ejecutivo de la Secretaría Técnica de Planificación durante el gobierno de
González Machi. Falleció el 21 de agosto del 2007, a consecuencia de un
accidente automovilístico en la ruta a Encarnación. Para conocer su línea de
pensamiento, recurrimos a una entrevista que le hicieron, sobre el tema: La
Iglesia, ¿avanza o retrocede?, publicada en la década de los años 90, que
increíblemente sigue teniendo mucha actualidad. “Actualmente el CELAM
(Conferencia Episcopal Latinoamericana) está preocupada seriamente por la
actitud de Washington” Decía Luis Alberto Meyer
al ser consultado sobre la posición de la Iglesia con respecto a la
economía de Latinoamérica. Y agregaba:
“Hemos tenido conocimiento de que los proyectos de privatizaciones, vienen
directamente a nuestros países desde oficinas especializadas de los EE.UU. Hay
un plan de neo colonización de los países latinos. Sabemos que seremos cada día
más pobres y que nuestros países jamás podrán pagar la deuda externa” ¿Qué
proponen los planes? Le consultan y responde: “simplemente privatizar pero no
para crear menos estados y más sociedad, sino todo lo contrario: Menos estados
y más empresas dependientes de trust internacionales. Eso va en contra de la
línea pastoral de la Iglesia. Es por eso – siguió diciendo- que el CELAM ha
pedido a la iglesia de los EE.UU. que asuma un rol más comprometido con los
pueblos latinoamericanos” “En el CELAM – decía en otra parte - se ha recibido la visita de asesores
norteamericanos que venían a pedirnos que dejáramos a un lado la opción por los
pobres” Y cuál es la salida entonces, le preguntan y Meyer contesta: “Recorrer
el sendero de la participación, de la importancia de la autogestión de empresas
que son deficitarias, de elaborar planes alternativos que no contemplen
entregar nuestros recursos y nuestras vidas a los trust capitalistas y
multinacionales, defender nuestra identidad cultural con actitudes dignas y
sobre todo pensar que la justicia social no es una utopía sino algo fundamental
para la obtención de la democracia. Cada plan económico debe ser pensado en
función del hombre y su dignidad, si no, no es más que un atropello a la misma”
Esta es – o era – la línea pastoral de la Iglesia Católica Latinoamericana, y
Luis Alberto Meyer, un clarísimo pensador cristiano, un laico comprometido que
lanzó convencido esta advertencia, hace 25 años, y que a pesar de ese tiempo
transcurrido, sigue teniendo plena vigencia en la actualidad. La única
diferencia, pareciera ser, es que hoy estamos más anestesiados que entonces.
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