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RECORDANDO A ROBIN WILLIAMS

RECORDANDO A ROBIN WILLIAMS

Ha muerto nuestro gran actor. El que hacía reír, el que hacía soñar. Quién enseñó tantas cosas con su vida y sus películas. He visto varias de sus películas pero la que me marcó a fuego fue “La sociedad de los poetas muertos” una gran proclama del derecho a vivir y a sentir. Rescato en su homenaje algunas frases de la película dirigida por Peter Weir, estrenada en 1989:
  1. Recoge rosas mientras puedas, los tiempos pasan pronto y esta misma flor que hoy sonríe mañana morirá.
  2. No importan los que digan las palabras y las ideas si cambian al mundo.
  3. No leemos y escribimos porque sea tierno, escribimos y leemos poesía porque somos miembros de la humanidad, y la humanidad rebosa pasión; la medicina, leyes, administración, ingenierías son muy nobles y necesarias para sostener la vida, pero la poesía, belleza, romance, amor es por eso que vivimos.
  4. Yo fui a los bosques porque deseaba vivir en meditación, vivir profundamente y extraer el tuétano de la vida, a ver si podía aprender lo que enseña y no descubrir en el umbral de la muerte que no había vivido.
  5. Amigos míos, aún no es tarde para hallar un nuevo mundo, mantengo el propósito de ir más allá del ocaso, es cierto, no tenemos la misma fuerza que en los viejos días, movía cielo y tierra, somos lo que somos, hombres de idéntico temple en corazones heroicos, débiles por el tiempo, más fuerte por la voluntad de luchar, hallar, descubrir y no rendirse.
  6. Solo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre lo será.
  7. Al leer no piensen solo en lo que cree el autor, no olviden lo que ustedes creen, deben pelear por buscar cada uno su voz, porque cuando más tarde empiecen, menos probable es que la puedan hallar.
  8.  Muchos viven en una muda desesperación.
  9. Hay un momento para el valor y otro para la prudencia y el que es inteligente los distingue.
También rescato uno de los hermosos comentarios sobre la película, el de Daniel, que dice así:
“No dejes de soñar. No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonista de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueño es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. “Emito mis alaridos por los techos de este mundo” dice el poeta. Valora la belleza de las cosas simples. Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente sin mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros “poetas muertos” nos ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros, los “poetas vivos” No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…”

(http://frases de la pelicula.com/la-sociedad-de-los-poetas-muertos/)

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