DESBLOQUEAR LA CORRUPCIÓN
El tema del desbloqueo de las listas sábanas que se viene
aplicando en el sistema electoral del país está concitando mucha animación y
adherencia de parte de un gran sector de la ciudadanía. Hay una gran expectativa por lo que se pueda
resolver sobre esta cuestión en la Cámara de Senadores de la Nación en la
sesión del próximo jueves 25 de abril del corriente año. Habrá marchas y
manifestaciones. La prensa le dará una gran cobertura. Por fin – dicen – se atenderá a un
persistente reclamo de la ciudadanía. Es
importante que la gente quiera participar y elegir a sus autoridades. La situación que se refiere a la clase
política se ha vuelto insoportable. Hay una severa crisis de
representatividad. ¿Hay motivos para
sentirse animados y esperanzados? Sí y no. Sí. Porque siempre debemos dejar un
margen al optimismo y a la posibilidad de
las buenas intenciones del cambio. Sí,
porque quizás como nunca antes el tema se instaló en el debate público. En cuanto a las objeciones hay varias
cuestiones a considerar. Una de ellas, es que el desbloqueo no va a ser la
solución que se espera, porque al final – dicen - no impedirá que los candidatos corruptos sean
electos y por lo tanto no ayudará mucho a mejorar la calidad de la
representación parlamentaria y la composición de los otros órganos colegiados. La otra dificultad se refiere a la
implementación del nuevo sistema. De cualquier manera se espera que se
constituya en un recurso importante para los electores para que por ese medio puedan
incidir con su voto en la conformación final del listado de los elegidos. Probablemente no ayude demasiado a seleccionar
a los más indicados pero sí se espera que dificulte o incluso impida que, a los
más corruptos e indeseables les siga siendo tan fácil adquirir su lugar en las
listas sábanas, por cualquiera de los medios y asegurarse de esa manera su
elección o su reelección. Pero debemos
convenir en afirmar que el desbloqueo o no de las listas sábanas de ninguna
manera agota la cuestión de fondo del sistema electoral paraguayo. Y lo más probable que todo este ruído en torno
al tema no sea nada más que otro “distractivo” para diferir el tratamiento de
las reformas electorales necesarias. Hay más de ocho proyectos diferentes. No
sabemos si se logrará o no un consenso. Incluso en el pasado se llegó a aprobar por la presión de la
ciudadanía la ley del desbloqueo que nunca se aplicó. En las elecciones últimas existió un grave
manoseo en la adjudicación de los votos en las mesas electorales totalmente
comprobado. ¿Qué se hará para ese
control? ¿Se aplicará el sistema del voto electrónico? ¿Cómo serán conformadas
las juntas cívicas? ¿Será reglamentado el financiamiento de las campañas
electorales? Nadie habla de estas cuestiones. Se deja correr el tiempo para que
toda reforma posible ya sea inaplicable. Es un juego sucio conocido. Es loable
la manifestación en apoyo al desbloqueo de las listas sábanas, pero la
ciudadanía debe estar muy atenta, porque lo que realmente se debe desbloquear
es la corrupción imperante en el país.
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