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¿DÓNDE ESTÁS ARLAN?

¿DÓNDE ESTÁS ARLAN?

¿Dónde estás Arlan? Hoy hace 153 días que te arrebataron del hogar de tus padres y desde entonces nada sabemos de ti. Atrás quedaron tu niñez, tu juventud, la alegría de tus sueños y tu risa de inocencia. ¡Cómo te habrán curtido estos días lejos de tu familia adecuándote a un régimen de reclusión entre gente tan extraña! Suponemos que te hablan tus captores intentando explicarte las sinrazones de tu prisión y aislamiento. ¿Qué te dicen? ¿Qué ellos son luchadores de una causa de justicia? Es posible que al escucharles te mantengas en silencio pensando, pero ¿yo que tengo que ver en esa historia? No sabemos si te dejan ver los noticieros televisivos porque es casi seguro que disponen del aparato o escuchar los informativos radiales. Quizás leer algún periódico de vez en cuando. No sabemos si tuviste acceso a esos medios, pero es posible que te hayan comentado que tu señor padre, ha clamado por tu liberación en dos ocasiones frente a los medios de prensa. La última vez se dirigió en especial al comandante del grupo que te tiene prisionero. “Liberen a mi hijo” fue su clamor. “He cumplido todas las exigencias, he pagado la suma que han pedido, nosotros somos hombres de trabajo, no entendemos nada de política, ¿porqué entonces retienen a mi hijo? No le liberan y no se preocupan de su liberación, porque no es el hijo de ningún político” reclamó.
Los días van pasando y tu prisión se ha vuelto cotidiana. A ti y a tu familia, el tiempo se ha vuelto incertidumbre. Nadie sabe cuándo podrías ser liberado. La gente que al principio se solidarizó contigo ahora está en silencio. Ya no hay pañuelos blancos en los automóviles como un reclamo a tu libertad. Tus compañeros estudiantes se manifestaron varias veces, pero ya están callados, como olvidándote. Es posible que también las misas y oraciones ya escaseen. Y tú ¿cómo estás? ¿Te maltratan, te dan de comer, hablan contigo? ¿Cómo es tu lugar de encierro? Dudamos que sea un campamento en medio del bosque, creemos que lo más probable es que sea en algún retiro de alguna estancia, donde no entran los policías y militares. ¿Has visto al policía secuestrado? Suponemos que están juntos. Es posible que te estén usando como seguro de protección o que estén negociando otros temas en otras instancias, por tu liberación. Nadie entiende mucho lo que en verdad pasa contigo y tus captores. Cada vez aumentan los efectivos policiales y militares. Cada vez gastan más dinero pero de ti no tienen ni una prueba de vida. El norte está parado, la justicia está parada, solo crecen los corruptos. Algo sucio y oscuro se juega con tu vida y tu prisión y cualquiera que sea ese juego, es miserable. Por de pronto es la impotencia de un estado ausente.
 ARLAN, ¿DÓNDE ESTAS? Responde. Envíanos una señal de humo porque ya sentimos vergüenza por no encontrarte. Perdónanos.

(Arlan Fick fue secuestrado por el autodenominado EPP, Ejército del Pueblo Paraguayo, el 2 de abril de 2014)


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