JUICIO AL JUICIO.
“HUBO CONTUNDENTES
ACUSACIONES CONTRA BLANCO, PERO IGUAL SE SALVARÍA” fue el titular a toda página
del Diario Ultima Hora, publicado en la página 2, en su edición del día jueves
7 de abril de 2016, al referirse a la apertura del juicio político en el Senado
de la Nación al Ministro de la Corte Sindulfo Blanco. Queda pesando la
expresión: “Contundentes acusaciones pero igual se salvaría” ¿Qué puede
significar esa posibilidad? Que el tan mentado juicio político es un mero
instrumento político donde no interesa la verdad ni las causales, solamente
importan los votos disponibles, que pueden responder a motivaciones interesadas
o a un simple pretexto político circunstancial. Esto de ser así es una pena. Esto descalifica totalmente la razón de
ser de los juicios políticos. Porque no
importará si el enjuiciado es inocente o culpable, o si se cumplieron todas las
formalidades del caso, la razón o la sinrazón pronunciarán su veredicto. Es decir y confirmar que los juicios
políticos, no son juicios, sino simplemente un acto político que se define por
la vía de la votación. Es hora de
pensar seriamente en la reglamentación de este recurso previsto en la
Constitución Nacional para que no se use y abuse del mismo, para imponer
decisiones totalmente sin fundamentos, al amparo de una mera mayoría
circunstancial. Por esta vía se destituyó a un Presidente Constitucional,
electo por casi un millón de ciudadanos
por el voto de una treintena de Senadores, que no se sabe a quienes
representan, sin justificar ninguna de las causas alegadas alegremente. Ahora en este caso del juicio al Ministro
de la Corte, se está procediendo a la inversa. Ahora existen contundentes
acusaciones que en un verdadero juicio podrían o deberían producir la pena de la remoción de cargo. Es una pena, porque en este caso se trata del
necesario combate de una serie de irregularidades que carcomen y desprestigian
al sistema judicial del país. Los argumentos que son esgrimidos por los
Senadores que se ausentaron de la sesión de apertura del juicio al parecer no
resisten una lógica mínima. Unos dicen
que deben ser enjuiciados todos los miembros de la Corte, bueno bien se podría
comenzar por uno. Otros dicen que por esta vía el Presidente de la República
designarán en la Corte a sus adictos para ejercer el control de la Justicia a
sus designios. Este u otros pretextos ¿podrían alegarse por mantener en la
Corte a uno de sus miembros más descalificado? Todo hace pensar que la
clase política actual reflejada en el Parlamento Nacional se maneja en torno a
intereses mezquinos y sectoriales que no favorecen a un proceso de
fortalecimiento institucional tan necesario para el país. Esta misma situación
hace que hasta ahora no se haya podido designar al Contralor de la República y
al Defensor del Pueblo. ¿Qué pensarán los jóvenes y la ciudadanía toda sobre la
situación planteada por el anunciado y por mucho tiempo postergado juicio
político a un miembro de la Corte cuando al final este sea liberado de sus
graves acusaciones no por falta de pruebas sino por falta de votos? Sería una decepción más de nuestra clase
política, lo que será lamentable porque el país y el sistema democrático
necesitan de sus líderes políticos para fortalecer nuestra República. El país tiene muchas demandas y necesidades
urgentes y es hora de que despertemos a esta realidad priorizando y
privilegiando los verdaderos y grandes intereses que claman y reclaman con toda
justicia nuestro sufrido pueblo.
Asimismo es MAestro.... se orquesta un teatro con entradas bien pagadas para el publico, se sigue subastando el presente y el futuro de todos... y nadie reacciona... es muy triste como los que etan en el poder destruyen a los que les elegimos
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