TELEVISANDO AL
TELEVISOR
No se puede negar la
gran influencia que ejercen en las personas y en toda la sociedad los medios
televisivos de comunicación. Es la compañera constante de la casa. También
siempre ha sido la niñera preferida aunque últimamente los juegos de internet
les comienzan a disputar ese espacio con los niños. Está comprobado que los
escolares permanecen más tiempo frente a los televisores que su horario de
clase de lo que se puede concluir que el mayor peso de la formación de los
niños y jóvenes recae sobre los medios televisivos. Por eso se reconoce que el proceso educativo desborda
ampliamente a la escuela porque al final en la responsabilidad de la educación
tiene mucho que ver la misma sociedad. Por eso es preocupante la calidad de las
programaciones televisivas y de los mensajes que irradian en un constante e
incesante bombardeo. La violencia, la
corrupción y el desprecio a las personas saturan los mensajes cotidianos,
mientras es notoria la ausencia de valores humanos, respeto, expresiones
culturales, debates y formación de la opinión pública sobre los verdaderos
intereses del país y la ciudadanía.
Nadie controla nada y la historia de que los medios de comunicación se
auto regulan es una mentira. La
audiencia tiene que soportar mensajes con niños que se agreden y se tiran la
comida a las caras que al final nada tiene que ver con la promoción propiamente
dicha pero de seguro tienen un gran impacto negativo en los niños. Todo se
justifica bajo el manto de la libertad de expresión que deviene en libertinaje.
Son medios comerciales movidos exclusivamente por el interés del lucro. Con
razón el televidente Anselmo Ramos manifestó que en los últimos años la
televisión paraguaya se encargó de colocar en la agenda la burla como sinónimo
de humor y ranking. Esta televisión
nuestra de cada día está en disputa últimamente con los cables operadores.
Encontraron la forma de intentar recaudar más exigiendo a los cable difusores
que paguen un canon por incluir en sus grillas las programaciones de los
canales abiertos invocando derecho de autor. La Comisión Nacional de
Telecomunicaciones autorizó a los canales abiertos a negociar la utilización de
sus programaciones y suponemos que con esto también se anuló otra disposición
anterior de la CONATEL que obligaba a los cableoperadores a incluir en su
grilla a la televisión abierta. Porque muchos canales sin esta difusión
ampliada tiene muy poco alcance de cobertura, como es el caso por ejemplo, de
la televisión estatal. Pero el debate continúa porque con esta decisión de
la Cámara de Teledifusores de alguna manera se altera la naturaleza de la
radiodifusión televisiva que es la gratuidad, porque al final se trasladará el
costo a los usuarios. El ex presidente
de la Cámara de Cableoperadores del Paraguay Federico Osorio, dice respetar la
decisión de la CATELPAR, sin embargo afirma que es el momento de que los
canales revisen sus programaciones para ver cuántos programas propios producen,
cuántos son enlatados, y que consideren además los horarios de difusión de los
programas de violencia y no aptos para menores. No sabemos si perderemos mucho con la eliminación de ciertos canales de
la grilla de cabledifusión o del sistema satelital, pero sí sabemos que es
urgente que se potencien los medios públicos y alternativos. CONATEL y todo el
gobierno, deben poner todo el interés en defender al usuario final. Los medios
de comunicación no son simples negocios, es por sobretodo un importante
servicio que debe desarrollarse en beneficio de toda la ciudadanía.
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