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CATERVA DE BÁRBAROS

CATERVA DE BÁRBAROS


Es muy doloroso comprobar que el país sigue anclado en el pasado sin poder despegar. Nos hemos quedado en el tiempo y todavía no sabemos qué dramáticas experiencias nos esperan en el camino. Es muy difícil comprender que todavía existan personas que intentan justificar 35 años de dictadura, con todos los daños que eso ha significado para toda la sociedad paraguaya. Fueron duros tiempos en que dejaron de funcionar todas las instituciones del estado o funcionaban bajo el signo de la corrupción. No había poder judicial,  no había poder legislativo. Se corrompió a las fuerzas armadas y policiales, de donde nunca más pudieron recuperarse. No había ladronzuelos ni moto chorros, dicen. No hacían falta asaltantes callejeros, porque los ladrones de entonces no necesitaban de máscaras ni de oscuridad. Simplemente te arrebataban todos tus bienes y te mandaban presos con la acusación de que eras un opositor, o un “comunista” Hay miles de casos de estos despojos. Crímenes no faltaron. Lo que se controlaba era su publicación. Una vez un conocido dirigente deportivo ametralló una patrullera de la misma policía y nunca se publicó tamaño acto bárbaro. Lo peor era el clima de terror. Todos desconfiaban de todos. Hasta de los parientes.  Una información mal intencionada podía costarte la desgracia total, la pérdida de los bienes y hasta de la vida. En esta posibilidad se incluía hasta a los propios colorados. De hecho, las más terribles persecuciones estuvieron reservadas a los correligionarios disidentes. Si los que siguen defendiendo a la dictadura fuesen solamente las personas que se beneficiaron con ese régimen, tendría sentido. Pero indudablemente hay más compatriotas que defienden esas barbaridades. Que siguen con esa misma mentalidad 26 años después. Que consideran normal la corrupción, la evasión de impuesto, el contrabando y la compra de votos en las supuestas elecciones. Hemos quedado en el tiempo. Eso explicaría que un general retirado, proponga que para combatir el crimen organizado, hay que dejar de lado los Derechos Humanos. Es la misma mentalidad de los tiempos de la Operación Cóndor que ha costado la condena a varios militares y policiales por crímenes de lesa humanidad que no prescriben. Si un general hoy puede proponer la misma guerra sucia, es porque en nuestro país, estos criminales quedaron impunes. Pero más grave aún es que nada menos que una Senadora,  miembro de la Comisión  de los Derechos Humanos del Senado, sostenga la necesidad de tirar bomba para derrotar a los miembros del EPP, aunque eso signifique la muerte de la población inocente. ¿Dónde va tirar su bomba señora Senadora?  Es un planteamiento bárbaro. Y lo más bárbaro aún, es que existan personas que estén de acuerdo con la propuesta. Qué lejos estamos de los principios mínimos de un Estado de Derecho. Esto es bárbaros contra bárbaros. Terrorismo contra terrorismo. Que no rigen las leyes, que no hay derecho ni justicia para nadie. Con esto cada vez se agravará más la inseguridad. ¡Pobre país nuestro¡ Cuánto más tendremos que esperar para salir de nuestro terrible atraso y liberarnos de la caterva de bárbaros que siguen ensombreciendo nuestro presente y nuestro futuro

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