ESTRATEGIA DEL
ADORMECIMIENTO
Si el objetivo de
nuestra clase política fue mantener a la ciudadanía apartada del debate de las
cuestiones fundamentales que verdaderamente interesan al país en víspera de las
nuevas elecciones nacionales, podríamos concluir que ese propósito está
plenamente logrado. Toda la atención
de la prensa se concentró en multiplicar considerablemente el tema de la
reelección. Hace más de un año que se instaló la temática reeleccionista y
desde entonces se viene inmovilizando a la ciudadanía hasta el hartazgo. Sí a la reelección por la reforma pero ya
no hay tiempo pero queda el camino de la enmienda y entonces se discute si la misma es o no una vía constitucional.
Las posiciones se polarizan y radicalizan. Plantear la reelección por vía de la
enmienda es atentar contra la Constitución Nacional afirman los que se oponen,
mientras que el otro sector sostienen que es una vía válida. Y sigue la tensión
respecto a cuándo se presentará la propuesta de enmienda. ¿Será esta semana?
¿Será la próxima? ¿O no habrá reelección? Si hay reelección los candidatos
más fuertes serían Horacio Cartes y Fernando Lugo, y si no hay, ¿quiénes serían
los candidatos? Mientras tanto están
divididos los partidos Liberal y Colorado y los frentes de la izquierda. Se habla de alianzas y de concertaciones sin
precisar los posibles participantes de las mismas y el calendario electoral se
nos viene encima. Para diciembre de este
año están fijadas las elecciones partidarias, de alianzas, movimientos y
concertaciones, simultáneas, para confirmar las candidaturas de todos los
cargos electivos a excepción de los municipios y en abril del 2018, serán las
elecciones nacionales. Nadie habla de planes y proyectos. Dicen que
existen pero no han sido puestos a
consideración de la ciudadanía. Trece
meses antes de las elecciones nacionales
nadie sabe quiénes serán los candidatos y tan poco sus planteamientos políticos.
Los medios colaboran con esta confusión. No plantean los grandes temas
como la política del endeudamiento, la problemática de la salud cada vez más
crítica y desesperante, el bajísimo nivel educativo, la tenencia de la tierra y
la reforma agraria, el tema de la violencia y la inseguridad en las ciudades y
en el campo especialmente en el norte, la presencia cada vez más agresiva del
Brasil y el problema de la soberanía, la
reforma del Poder Judicial, la política energética en especial respecto a las
empresas hidroeléctricas binacionales: Se tiene que renegociar Yacyretá con los
argentinos, e igualmente Itaipú con el Brasil con el que se deberá negociar un
nuevo Tratado ya que el vigente vence en el 2023, todavía no se piensa en quiénes nos
representarán en esas negociaciones. Son apenas algunos de los temas, pero
ninguno de ellos está en el debate ciudadano.
En la última encuesta publicada se demuestra que la gente está cansada
de los políticos deshonestos. Cuando se preguntó sobre las cualidades que debe
tener el candidato presidencial, más del 41.5 % respondió que sea “honesto y
cumpla con sus promesas” La calificación de la “capacidad para gobernar” fue
apenas de 11.5% (Diario Última Hora, sábado 4 marzo del 2.017) La honestidad sola puede no ser suficiente,
se requerirá también de la capacidad de gobernar. Pero ya nadie habló de la
narco política ni del financiamiento político de los partidos y movimientos que
podrán ser decisivos para la elección del presidente y de los
parlamentarios. Se mantiene un bajo
nivel político en el Parlamento. Allí se eligen y se reeligen
indefinidamente. Si se quiere un
verdadero cambio hay que cambiar también el parlamento. Ya nadie habla de la propuesta de
contrarrestar la famosa “lista sábana” Hay que reconocer que la estrategia del
adormecimiento ha sido perfectamente manejado. Bajo el ruido incesante se ninguneó
a la ciudadanía y es posible que en estas condiciones el despertar sea tarde y
lamentablemente desgraciado.
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