LEGISLACIONES
SOLAPADAS
Mientras nos llenamos
de cortinas de humo o de ruido social de todo tipo, últimamente nos venimos desayunando con propuestas
legislativas de consecuencias preocupantes para la sociedad que se originan
principalmente en la Cámara de Diputados de la Nación. Con tratamiento casi
siempre discreto o solapado se impide la
difusión y el debate público necesario hasta que resulta demasiado tarde. Eso está ocurriendo ahora, con la Ley de
modificaciones de la Carta Orgánica de la Policía, que entre otras cosas,
dispone otorgar a los agentes de orden público la potestad de realizar
detenciones de personas sin orden judicial ni fiscal y sin necesidad incluso de
que haya flagrancia de delito o crimen. Terrible. “Este cambio introducido
en la Cámara Baja provocaría un retroceso constitucional en materia de derechos
humanos y democracia de nuestro país y viola el principio de legalidad. Se le
otorga a la policía la facultad de realizar actuaciones que tendrían que ser
dirigidas por el fiscal y controladas por el juez” (Senador Adolfo Ferreiro,
Diario ABC, 18 de setiembre 2.016) Terrible. Ya no se trata de un proyecto. Ya es una ley que
tiene media sanción y el Senado, necesitará 23 votos este jueves para impedir
que sea sancionada. ¿Qué pasó? ¿Por qué no tuvo difusión amplia y debates una disposición
tan regresiva como ésta? ¿La prensa no se enteró o lo ocultó? ¿No hubo
opositores en la Cámara de Diputados? ¿De quién partió la iniciativa? Es
sumamente preocupante esta situación. Aunque, en realidad no sorprende
demasiado; de hecho los agentes policiales vienen procediendo a la detención de
personas que a menudo son coaccionadas, especialmente en horas de la noche, sin
que haya flagrancia de crímenes. Un caso
reciente es del muchacho que quedó paralítico, que fue herido desde atrás por
un oficial de policía que patrullaba la noche, acompañado de su propio jefe. Intentaron
“plantar” un arma para argumentar que la víctima disparó primero. Totalmente
desmentido posteriormente por filmaciones de cámara de seguridad y por el propio Comisario acompañante, que
cuando se sintió amenazado, para liberarse, trasladó la responsabilidad al
personal inferior a su cargo. En el norte, con las Fuerzas de Tarea
Conjunta, son más avanzados. Los formularios de órdenes fiscales pueden ser
completados después del allanamiento.
Volviendo al punto de partida, éste no es el primer caso de una
legislación apresurada y sin ningún debate previo. Recordemos la Ley 5655/16 que autorizó el uso de los fondos
previsionales de jubilación del Instituto de Previsión Social para invertir en
obras de infraestructuras y compra de medicamentos, poniendo en riesgo la Caja
Jubilatoria con un argumento falaz: Dicen que no van a tocar los fondos
jubilatorios sino parte de los intereses generados, como si los intereses no
formaran parte de esos mismos fondos.
Se aprobó en forma rápida y sin consultas debidas. Se armó una audiencia
pública, después para estudiar su derogación. ¿Dónde estaban los representantes de los trabajadores y de los
jubilados miembros del Consejo del IPS? ¿Qué papel jugó la prensa
especializada? Hay otros proyectos que pueden saltar a escena dentro de este
mismo esquema solapado, como por ejemplo: El proyecto de Ley de la creación de
la Superintendencia de seguros, jubilaciones y pensiones, también con argumento
falaz: será para proteger esos fondos. Recordemos que por ahí anda rondando
el proyecto de privatización de la ANDE. Claro, también será para mejorar el
servicio. Esperemos que por lo menos no nos sorprendan
con la actualización de la famosa Ley 209/70, que en su Art. 4° disponía que:
“El que por cualquier medio predicara públicamente el odio entre paraguayos, la
destrucción de las clases sociales, serán sancionados con uno a seis años de
penitenciaría” En este momento nadie puede subestimar nada. Vivimos momentos
cruciales. La ciudadanía tiene que estar atenta para impedir la regresión y la
pérdida de las conquistas democráticas e institucionales que han costado dolor
y sacrificio de numerosas familias y de los grandes luchadores por la libertad.
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