ELECCIONES MUNCIPALES 2021
Para el día de mañana están convocadas las elecciones municipales 2021. ¿En qué contexto se realizan? ¿Cuál es la expectativa ciudadana? ¿Valdría la pena participar? Podemos comenzar señalando que el país vive momentos muy difíciles. Al respecto, la Conferencia Episcopal Paraguaya, manifiesta en su comunicado que “El escenario sociopolítico con alto nivel de violencia y hechos de corrupción que tiene por agentes el crimen organizado y el narcotráfico debe interpelarnos no solo como electores sino como sociedad” Los obispos, en el mismo documento, expresan que “Es pertinente una minuciosa revisión del presente y del futuro que tenemos como sociedad. No hemos superados los males que nos aquejan, al contrario, se han agudizado” Convocan a toda la ciudadanía y en especial a los jóvenes a participar y a elegir a los mejores candidatos y a rechazar a los involucrados en hechos de corrupción. En realidad hablando del escenario, es dramática la situación. En la mayoría de los municipios se ha instalado un sistema de corrupción muy difícil de desmontar que impide y condiciona todo intento de llevar a cabo una buena y honesta administración. Esto es lo dramático. Los Concejales especialmente de los partidos tradicionales se alían para conformar mayorías, se adjudican cupos de funcionarios, ponen precios a sus votos y manejan las licitaciones. Aíslan a los que se oponen a esas prácticas y negocian y condicionan a los intendentes. Por más arbitrariedades que se cometan no hay control. Ni la Controlaría General de la República, ni la Fiscalía hacen caso a las denuncias. Y si el Intendente quiere oponerse al sistema lo destituyen o se interviene el municipio por la Cámara de Diputados. El pacto de impunidad también llega al Parlamento. La corrupción en los municipios es conocida y amparada. Miles de millones de recursos de royalties y Fonacide malversados. No se reparan las escuelas, no se distribuyen los kits de alimentos a los alumnos. Los municipios se han convertido en fuentes de enriquecimiento ilícito. Los salarios y las dietas ya son irrelevantes. Hay que pelear por los cargos, hay que comprar los cargos y ahora se ha llegado al sicariato para eliminar adversarios. Promesas de reparar las calles, mentiras, porque se carece de suficientes recursos. Es decir los recursos serán absorbidos en gran parte por gastos administrativos con la predominancia de una superpoblación de funcionarios y por las compras y obras sobrefacturadas. Hay que alimentar además las cajas paralelas, para poder cubrir pagos que no pueden figurar en el informe administrativo. Duele mucho pero esta descripción del escenario lamentablemente no es exagerada. Esta situación genera un descreimiento ciudadano, en especial de nuestros jóvenes electores. Pero hay que votar y participar. No tenemos otra vía posible para combatir y eventualmente cambiar esta situación. Hay que votar y cuidar nuestros votos. Porque si también se manipula el resultado de las elecciones la perspectiva será todavía más dramática. Debemos convenir que por encima de todo tenemos que ser personas de esperanza, pero esta esperanza exige luchar por ella, comprometernos por ella. El manejo oscuro de las cosas públicas nos está llevando a una situación de un país imposible. Y esto tendrá que ser revertido. Esto será revertido. El Paraguay tendrá que ser y será un país diferente. No podemos perder esta confianza en nuestro futuro.
MORIR EN LA PAVADA. Este cuento utilizó el sacerdote en su homilía de este domingo. No citó ninguna fuente pero me pareció interesante como tema de reflexión y heme aquí intentando recordar los detalles del mismo. Un hombre que vivía cerca de una montaña había encontrado en la parte más alta de la misma un huevo. Este era más grande que el de la gallina, y más pequeño que el del avestruz. No podía serlo porque cómo harían la gallina y el avestruz para subirse hasta la cima, pensó. Lo trajo a su casa y como estaba empollando una pava lo puso en su nido. Nacieron las pavitas y entre ellas había una que parecía más grande y con algunos rasgos y pelos diferentes. Mamá pava cuidaba de todas ellas. Las pavitas crecían comiendo lombrices y frutitas silvestres. Cuando ya estaban crecidos los pavos, el granjero se dio cuenta que aquel huevo que trajo de la montaña era el de un cóndor. Sin embargo este pavo- cóndor seguía comportándose como los otros pavos. Un día que éste vio pasar un cón
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