EL ARTE DE LO IMPOSIBLE.
La política también es
considerada por grandes pensadores
filosóficos y políticos como “El arte de lo imposible” Sería ésta la capacidad
de superar obstáculos, vencer esquemas y romper barreras que a priori son
insuperables. En casi todos los tiempos dentro del sistema democrático el poder
político y en consecuencia los objetivos políticos del gobernante de turno
siempre han estado muy condicionados por aquello que pueden ser denominados
factores de poder, constituidos por grandes grupos de intereses que inciden,
actúan y defienden sus espacios dentro de la sociedad. Estos grupos condicionantes actúan sobre los
tres poderes del Estado y dificultan tremendamente los cambios que sean
necesarios para transformar las condiciones generales del país. Son de carácter político, económico,
ideológico o incluso religioso, del entorno local y también del ámbito regional
e internacional, especialmente en este tiempo en que la geopolítica está muy
vigente. Luego de esta breve
introducción podemos plantearnos las cuestiones que nos interesan como país:
¿Podrá nuestro actual Presidente de la República conseguir un avance en la
dirección de los cambios necesarios? O, ¿Creemos que intentará con eficacia y
eficiencia realizar esos cambios? Y ¿Si lo intentara, le dejarán completar su
mandato? Recordemos aquí la posibilidad de que existan dos tipos de gobernanza:
1) De los que gobiernan para hacer y 2) De los que hacen para gobernar. Comparación hecha por analistas políticos
norteamericanos de los gobiernos de J. F. Kennedy y L. B. Jhonson. En el caso mencionado, el que gobernó para
hacer, fue asesinado. A Fernando Lugo,
le destituyeron cuando intentó esclarecer la problemática de la tenencia de la
tierra. ¿En qué momento concreto? Cuando
intentó determinar los propietarios de los inmuebles ubicados dentro de los
límites de 50 kilómetros fronterizos con
Brasil, conforme a una ley vigente.
Nunca más se trató el tema del catastro nacional. Según los datos del Registro General de la
Propiedad, el Paraguay tiene en el espacio un excedente de alrededor de 100 mil
kilómetros cuadrados. No queda duda de que uno de los factores condicionantes
es la mafia de la tenencia de la tierra.
Otros factores condicionantes son la corrupción y la impunidad. Si no se controla la corrupción, tener mil
millones de dólares más al año, provenientes de la Hidroeléctrica de Itaipu, no significarán nada. Lo más probable es que seguiremos teniendo una
justicia sometida, una salud pésima y una educación sin horizonte de cambio. La
pobreza extrema seguirá vigente y la inseguridad se irá acrecentando. La mafia
política tendrá cada vez más control parlamentario y la juventud seguirá destruyéndose por la falta de
oportunidades y el consumo de las
drogas. Es lamentable concluir que ni el
arte de lo posible ni el de lo imposible figura como alternativa en nuestra
agenda política. Seguiremos teniendo un
gobernante que no tendrá más remedio que hacer todo lo posible, simplemente
para mantenerse en el cargo. En esas
condiciones su futuro será el fracaso. Ojalá que estemos equivocados.
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