CRISIS SOCIOAMBIENTAL
Centenares de miles
de peregrinantes concurren hasta la Basílica de Caacupe a rendir su homenaje de
devoción a la Virgen de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de cada año.
La festividad comienza mucho antes desde el novenario y se extiende hasta la
octava. Es una fiesta tradicional de la Iglesia y de todo el país que incluso
trasciende a nivel internacional. Desde el novenario todos los medios de
prensa dedican una amplia difusión de los mensajes que difunden los
obispos y sacerdotes de las distintas Diócesis del país en sus respectivas
homilías. Destacamos en esta oportunidad
el mensaje de Mons. Pedro Jubinville, Obispo de la Diócesis de San Pedro
Apóstol con sede en la capital del Segundo Departamento del país, que tuvo por
lema: “Los jóvenes llamados a preservar la tierra y garantizar su fertilidad
para las generaciones futuras” Mons. Jubinville, comenzó su prédica diciendo:
“La deforestación ya desfiguró nuestro país, las basuras nos están sumergiendo
y estamos en proceso acelerado de deterioro de suelo y la contaminación del
agua” “No podemos y no debemos negar – siguió diciendo – que los grandes
cultivos transgénicos, si bien ha ayudado al progreso económico de algunos
países, también han suscitado dificultades importantes que no deben ser
relativizadas” Señaló que debido a la concentración de la tierras
productivas en manos de unos pocos se ha forzado el desplazamiento y la
desaparición de los pequeños productores, que terminaron convirtiéndose en trabajadores
precarios que integran los miserables asentamientos de los cordones de pobreza
de los centros urbanos. Advirtió sobre
la tendencia del modelo económico de la expansión incontrolable de la agricultura empresarial en base al
oligopolio, de unos pocos que controlan toda la producción de granos como la
soja, el maíz y el trigo. Aquí cabe
apuntar que uno de los fracasos del gobierno actual es la desprotección de los
pequeños productores compatriotas. Ha optado por ayudar a los grandes
empresarios agrícolas, la mayoría de ellos extranjeros, a pesar de no ser
sujetos de la reforma agraria. “No hay dos crisis separadas, una ambiental y
otra social, sino una sola y compleja: La crisis socioambiental” – afirmó en
otra parte y agregó: “Las líneas para la solución requieren una aproximación
integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y
simultáneamente para cuidar la naturaleza” Es decir el país se desforesta,
se deteriora la tierra y se contaminan las aguas pero la pobreza se agudiza.
Hay 700 mil personas que sufren hambre y se sigue precarizando la salud, la
educación y todo el servicio público. Antes de la conclusión de su mensaje, Mons. Jubinville, recordó el pasaje del Evangelio de San Marcos que relata que
cuando Jesús llegó a Cafarnaún una multitud le rodeó de inmediato y cuando un
grupo de personas quiso acercar junto a Él a un paralítico, ya no encontraron
lugar. Tuvieron que subir al tejado y abrir un boquete en el techo para bajar
al paralítico junto a Él. Jesús le dijo: “Tus pecados te son perdonados” y los
incrédulos y fariseos de siempre, murmuraron ¿Quién es este que blasfema? Y
entonces Jesús le dice a la multitud “¿Que es más fácil? Decirle que sus
pecados son perdonados o decirle levántate y anda” y el paralítico cargó con su
camilla y se marchó. Las lecciones
del pasaje Evangélico: 1) Cómo a veces
los propios cristianos somos los que impedimos
que el hermano necesitado llegue a Jesús o los que ocultamos por desidia o por
cobardía las duras realidades que golpean a nuestros hermanos, y 2) Que los misioneros tienen a veces que
romper el techo para cumplir con su misión y compromiso. El
Señor Obispo finalmente expresó a los jóvenes que se necesita de su ardor y de
su pasión porque “Tenemos que adoptar – dijo - decisiones difíciles y sobre
todo renuncias difíciles (Romper el techo, por ejemplo, si es necesario) No podemos seguir consumiendo las riquezas del
planeta como si fueran ilimitadas. No podemos seguir acumulando riquezas de
manera tan residual. No podemos seguir descartando recursos acumulando un
inmenso basural y por sobre todo, no podemos tratar a la gente como basuras
descartables” (Del resumen publicado por el Diario Última Hora, el 6 de
diciembre del 2016)
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